Con su arquitectura colonial, fervor religioso y escenarios naturales de gran belleza, Bochalema se consolida como un destino que combina lo espiritual con la aventura. Desde sus aguas termales hasta su emblemático árbol de samán, este municipio ofrece al visitante una experiencia llena de historia, fe y naturaleza.
Templo Parroquial Sagrado Corazón de Jesús esta ubicado junto a un imponente árbol de 20 metros de altura, este templo de estilo romano es el epicentro religioso de Bochalema. Aquí se celebran las fiestas patronales más importantes:
- 17 de junio: celebración en honor al Sagrado Corazón de Jesús y las ferias tradicionales.
- 8 de septiembre: festividad dedicada a la Virgen de la Cueva Santa.
El templo alberga también capillas bellamente decoradas, como la del Santísimo, la del Señor de los Milagros y la de Nuestra Señora de la Cueva Santa, convirtiéndose en un centro espiritual muy valorado por los habitantes.
La Virgen de la Cueva Santa: patrona y símbolo de fe
Para los bochaleberos, visitar el santuario de la Virgen de la Cueva es una tradición cargada de devoción. Aunque se desconoce la fecha exacta de su construcción, se cree que la capilla ya existía antes de la inauguración de la iglesia principal en 1756.
La historia cuenta que un vendedor le ofreció una imagen de la Virgen a Eusebio González, un hombre enfermo que, al recibirla, comenzó su proceso de sanación. Desde entonces, la imagen adornada con ángeles es considerada patrona de Bochalema, y cada año recibe cientos de promesas y plegarias.

Parque El Samán: historia viva bajo un gigante centenario
En el parque principal se alza un majestuoso árbol de samán sembrado en 1888 por Cebero Olarte, descendiente del Samán de Táriba y “nieto” del Samán de Güere. Este árbol, cuidado por el sacerdote Ramón García, se ha convertido en símbolo del municipio y centro de tradiciones.
Una de las más populares consiste en dar ocho vueltas alrededor del árbol mientras se pide un deseo. Su forma ha sido comparada con las alas del cóndor del escudo nacional.

Aguas termales: bienestar natural a pocos minutos de Cúcuta
A solo 45 minutos de Cúcuta, las aguas termales de Bochalema ofrecen una experiencia de relajación única. Con piscinas naturales de diversas temperaturas, estas aguas sulfurosas emergen por el calentamiento de una falla geológica subterránea.
Visitar este lugar no solo brinda beneficios para la salud, sino que también apoya a más de 15 emprendimientos locales, generando impacto económico en la región.

Laguna de Capota, El Raizón y El Azufral: senderismo, camping y conexión con la naturaleza
El municipio ofrece una amplia variedad de destinos naturales. Entre ellos destaca la Laguna de Capota, ideal para senderismo y exploración. Los balnearios de El Raizón y El Azufral son perfectos para quienes buscan un baño natural en aguas sulfurosas o termales.
Por su parte, el Cordillera Country Club permite disfrutar del camping, actividades al aire libre y espacios recreativos para toda la familia.
Cascadas de Bochalema: un tesoro escondido para el ecoturismo
Las cascadas de Bochalema son uno de los secretos mejor guardados del norte santandereano. Rodeadas de vegetación exuberante y senderos naturales, sus aguas cristalinas caen en pozos ideales para un baño refrescante.
Además del espectáculo visual y sonoro que ofrecen, estas caídas de agua invitan al senderismo, fotografía de paisajes y contemplación de la biodiversidad. Son el plan perfecto para una escapada de fin de semana a solo unos kilómetros de la ciudad.

Bochalema es mucho más que un destino turístico: es un territorio donde la fe, la naturaleza y las tradiciones conviven en armonía. Cada rincón de este municipio cuenta una historia y ofrece una experiencia, haciendo de su visita una conexión espiritual, cultural y emocional con el norte de Santander.